Se trata de dos lagunas interiores al sur de la Península. Situadas en la provincia de Córdoba, son dos de los mejores sitios para observar las pequeñas poblaciones salvajes de malvasía cariblanca, si se va con el objetivo de verlas desde cerca. Mi buen amigo Alfonso Carmona y yo, nos acercamos hasta allí, en coche, a pesar de que las pistas que llegan a la laguna están un poco deterioradas, sobretodo si hay barro, pero se puede dejar bastante aproximado el coche a la laguna, tanto en la de Zóñar como en la de El Rincón.
Laguna de Zóñar, en Córdoba. |
La Laguna de Zóñar
Mucho más grande que su compañera. Las pistas que la recorren pasan muy cerca de una orilla adornada con tarays y otra vegetación de ribera. Esto condiciona en ocasiones una correcta observación e identificación de las aves, obligándonos a poner toda nuestra atención para disfrutar de la jornada. Además hay un par de observatorios que, al menos cuando estuve se encontraban cerrados, una pena.
A primera hora de la mañana y paseando junto a la orilla de la laguna, se puede pareciar el ajetreo que se traen los verdecillos, con sus cantos y reclamos que recuerdan a un huevo frito. Por debajo de las copas de los árboles, donde está ese cantarín macho de verdecillo, se mueven varios zorros, vuelven a sus zorreras para descansar después de haber estado buscado comida.
Serín verdecillo (Serinus serinus) posado sobre una rama seca para poder cantar y ser visto. Sus llamativos colores y su reconocible canto permiten encontrar fácilmente a este pequeñín. |
En el cielo, tres grandes rapaces han sombra, persiguiéndote como si lleváses comida para ellos. Oteando y divisando presas desde el cielo, el águila calzada, el milano negro y el más habitual aguilucho lagunero occidental brindan la oportunidad de ver sus vuelos y maniobras aéreas, para hacer que nuestra visita a la laguna sea inolvidable.
Otro pajarillo que no pasa desapercibido es el pardillo. Sus disimulados sonidos a veces se suman al sonido del viento, pasando completamente desapercibidos. Sus colores son bastante llamativos, aunque no lo son tanto como los del verdecillo. Hembras y machos empiezan durante esta época a emparejarse y a ir, casi siempre, de dos en dos. Entre las hierbas y los cardos, recolectando semillas y haciéndose con las mejores ramitas para sus nidos, van de aquí a allí haciendo algún parón para aprovechar a cantar.
Además de una ristra de aves acuáticas, como son la gallineta común, el cormorán grande y la focha común, o los tres madrugadores calamones observados nada más llegar junto a anátidas tales como porrón europeo, cuchara o pato colorado, las garzas también tienen su hueco reservado en esta laguna. Finalmente, y entre toda esta fauna pudimos ver, aunque desde lejos, tanto machos como hembras de malvasía cabeciblanca.
Cormorán grande (Phalacrocorax carbo) descansando en un árbol. Es una de las aves acuáticas más reconocibles, sobretodo por su vuelo torpe y ruidoso. |
El Rincón
Tras un par de horas visitando esta laguna, se puede dejar atrás para acercarse a la siguiente. En esta las instalaciones, desde mi punto de vista, permiten mucho mejor la observación de aves. También hay que decir que al ser más pequeña las aves se encuentran mucho más cerca y no es necesario recorrerla para obtener una vista completa.
Un solo observatorio, muy bien situado, y oculto tras el cañizo, hace muy fácil disfrutar de la presencia de varias malvasías cariblancas, que como buceadoras que son, se sumergen y afloran a la superficie constantemente, alimentándose de las plantas que viven en el sustrato de esta laguna, mucho menos profunda.
Hay que reconocer que El Rincón estaba mucho más llena de aves que Zóñar. Decenas de fochas comunes inmersas en sus tareas de acicalamiento o en la búsqueda de comida ocupaban la superficie de la laguna, sin dejar de lado algunas regañinas o persecuciones que salpicaban al resto de los habitantes del humedal. Este comportamiento es habitual esta ´poca del año cuando las hormonas de los machos les hacen tener disputas territoriales. Sin embargo, se puede seguir viendo ejemplares más relajados alimentándose tranquilamente.
Grupo de fochas comunes (Fulica atra) en la laguna de El Rincón. |
Quitando un rato la vista de la laguna y atendiendo a los charcos producidos por los anteriores días lluviosos, es fácil encontrar una imagen muy entrañable: las golondrinas posándose en el suelo para coger barro de la orilla. Es solo para este principal objetivo para el que las golondrinas se posan en el suelo, pues cuando no están volando, se posan en sus nidos o en los cables y vallas de los entornos rurales.
Golondrina común (Hirundo rustica) posada junto a uno de los charcos de donde recoge el barro. Lo lleva en el pico hasta su nido, hecho con este material tan artesano. |
Además de la malvasía, hasta tres especies más de anátidas pueden entrar en escena durante la estancia en los observatorios de esta pequeña segunda laguna. Un colorido macho de cuchara, una pareja de porrón europeo o un impresionante e imponente macho de pato colorado. Todos ellos presentando unos plumajes perfectos y una territorialidad característica de esta época del año.
Macho de pato colorado (Netta rufina) en la laguna de El rincón. Es bastante escasa esta anátida y complicada de ver, aunque parece que este no es el caso. |
Hembra de porrón europeo (Aythya ferina). De colores pardos pero con la característica mancha blanca en el pico. |
Macho de porrón europeo (Aythya ferina). Sus rojizos son más llamativos. Hay de fijarse en el negro y blanco del resto de plumaje para no confundirlo con otros porrones. |
Macho de cuchara común (Anas clypeata) en la laguna cordobesa de El Rincón. Llamativo iris amarillo sobre una cabeza oscura con reflejos verdes y azulados, su pico es único. |
Por último no hay que olvidar la familia de los somormujos y los zampullines. Con un nombre un poco complicado de recordar, los podicipediformes también abundan en este paraíso de las acuáticas. hasta tres especies diferentes se pueden ver deleitándonos con sus colores y movimientos sincronizados. Somormujos lavancos, zampullines comunes y cuellinegros, los tres juntos en un mismo ecosistema.
Somormujo lavanco (Podiceps cristatus) Preparado para un baile en mitad de la laguna con su pareja. |
Zampullín común (Tachybaptus ruficollis) parece diminuto junto a la focha. Durante el plumaje nupcial destaca mucho más la llamativa mancha amarilla de su pico. |
Zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis) parecido al común. Sus penachos de plumas en sus ojos a modo de antifaz son únicos y lo diferencian del resto de estpecies. |
El listado completo de las aves identificadas en la comarca Cordobesa es el siguiente:
- Águila calzada
- Aguilucho lagunero occidental
- Ánade azulón
- Avión común
- Avoceta común
- Calamon común
- Cernícalo vulgar
- Cetia ruiseñor
- Chorlitejo chico
- Chova piquirroja
- Cigüeñuela común
- Cormoran grande
- Corneja negra
- Cuchara común
- Curruca cabecinegra
- Curruca capirotada
- Flamenco común
- Focha común
- Gallineta común
- Garcilla bueyera
- Garza real
- Golondrina común
- Jilguero europeo
- Malvasía cabecinegra
- Milano negro
- Mirlo común
- Mosquitero común
- Paloma torcaz
- Pardillo común
- Pato colorado
- Pinzón vulgar
- Porron europeo
- Serin verdecillo
- Somormujo lavanco
- Zampullin común
- Zampullin cuellinegro
- Zorzal común
Muy chulo¡¡¡¡
ResponderEliminarExcelente relato, ya me gustaría ya por allí...
ResponderEliminarPor nuestra zona de la Laguna podéis ver la Paloma Rabiche o el Pinzón Azul
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