viernes, 12 de diciembre de 2014

Vecinos intolerantes

El pasado martes realicé una visita a la vega del Jarama. Por allí estuve observando y contando diferentes especies de aves, aunque también vi juguetear, entre pinares, a una pareja de ardillas rojas con su oscuro pelaje invernal y sus peludos penachos en las orejas.

Al salir del pinar y dejando atrás las que parecían Chip y Chop, se abrió ante mi una gran extensión de campos de cultivos, de olivos, de vides... Y allí, en el cielo, estático como solo él lo sabe hacer, un cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) con la cola abierta en abanico, preparado para abalanzarse contra sus presas.

Pinar junto a campos de cultivo en la vega del Jarama donde sucedió
La verdad es que se trata de un ave que frecuenta estos lugares y que ya me he encontrado otros años en el mismo lugar, por lo que debe residir en los riscos yesíferos de los alrededores.

Pero resulta que aquí, el "señor cernícalo" no vive solo, comparte ecosistema con multitud de seres vivos, animales, vegetales, vertebrados, invertebrados... una gran comunidad de vecinos en la cual a algunos les toca ser depredadores y a otros presas. Sin embargo existe uno de esos vecinos que tiene mal humor y no tolera al resto, sobre todo si se trata del cernícalo vulgar que puede llegar a ser competencia o amenaza. Este vecino intolerante es la urraca común (Pica pica).

Urraca común (Pica pica). Protagonista del relato
Aunque este córvido no entra dentro de la dieta del cernícalo (basada principalmente en pequeños roedores, reptiles, insectos y en ocasiones pequeñas aves) no dejó de intentar expulsarlo. Volaba hacia el cernícalo con las garras por delante, castigándole hasta que este dejaba su posición estática en el aire para cambiar de lugar. La "regañina" de la urraca hacia el cernícalo duró varios minutos. Este se volvía a quedar estático en el aire y al poco rato volvía a salir la urraca, garras por delante, a echarlo del lugar. De vez en cuando el cernícalo se vio obligado a posarse para evitar encontrarse con su malhumorado vecino hasta que cesaron las intenciones de la urraca y la rapaz pudo seguir sus vuelos de reconocimiento en busca de roedores.

Este comportamiento es bastante típico de las urracas y es fácilmente observable en parques y jardines de pueblos y ciudades. Yo mismo he podido observar urracas que se lanzan, sin miedo alguno, sobre los perros que pasean junto a sus dueños. Por lo tanto, la escena con el cernícalo no se aleja del carácter habitual de estos vecinos intolerantes.


1 comentario:

  1. Me ha recordado a este video!

    Amber and Billo's - Amber vs the Magpie - The Eye…: http://youtu.be/YGGTcYfrEZU

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