martes, 26 de diciembre de 2017

Cuenca del Guadarrama, especies de Valmayor

Después de una temporada sin salir a ver aves por la infinita variedad de ecosistemas y rincones de la Comunidad de Madrid, la semana pasada tuvimos la oportunidad de visitar la cuenca del Guadarrama, concretamente al Embalse de Valmayor que a primera hora de la mañana presentaba un aspecto lunar.

Embalse de Valmayor

Pinzón vulgar (Fringilia coelebs) dándonos la bienvenida.

Estaba todo congelado. Plantas, suelo, hojas caídas, presentaba una delgada capa de escarcha, todo menos las ganas de conocer las especies que viven en este pequeño embalse afectado, como otros muchos, por la escasez de agua. A primera hora el movimiento más destacado lo protagonizaron los cantarines estorninos y las inquietas palomas torcaces, que estos días se mueven de un lado a otro sin parar.

Estorninos negros (Sturnus unicolor) de madrugada posados sobre un cable.
Estorninos negros (Sturnus unicolor) de madrugada posados sobre un cable.

Palomas torcaces (Columba palumbus) despertando junto al embalse.
Palomas torcaces (Columba palumbus) despertando junto al embalse.
Había muchas urracas (Pica pica), andaban trasteando cerca del parking
Había muchas urracas (Pica pica), andaban trasteando cerca del parking

Nada más ponernos en marcha y acercarnos a la orilla, pudimos contemplar algunos andarríos chicos que correteaban por la orilla del embalse haciendo su habitual movimiento de cola, de arriba a abajo, una y otra vez. Hay que prestar atención a este comportamiento ya que es muy característico de la especie. A su lado otras aves expertas de las orillas iban haciendo acto de presencia: nos referimos a la lavandera blanca y al bisbita alpino.

Andarríos chico (Actitis hypoleucos) buscando en las orillas los invertebrados que forman parte de su dieta.
Andarríos chico (Actitis hypoleucos) buscando en las orillas los invertebrados que forman parte de su dieta.
Las lavanderas blancas (Motacilla alba) son más habituales y abundantes durante el invierno.  Pudimos ver muchas en el embalse.
Las lavanderas blancas (Motacilla alba) son más habituales y abundantes durante el invierno.
Pudimos ver muchas en el embalse.
El bisbita alpino (Anthus spinoletta) como su nombre indica vive en las cumbres. En invierno baja en altura hasta estas zonas. A ese movimiento se le conoce como migración altitudinal.
El bisbita alpino (Anthus spinoletta) como su nombre indica vive en las cumbres.
En invierno baja en altura hasta estas zonas. A ese movimiento se le conoce como migración altitudinal.

Como cabe esperar, por estas fechas unas aves muy especiales ocupan las aguas del embalse, las gaviotas. Dos especies son las que con el frío llegan hasta nuestras latitudes. La gaviota reidora de plumas muy blancas, grises claros y pequeña y la gaviota sombría, con plumas de tonos tizones, es algo mayor que la anterior. Sus risas y sus gritos se escuchan por el embalse convirtiéndolo en un lugar de interacción sensorial que en ocasiones recuerda a la costa.

Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus).
Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus).

Gaviota sombría (Larus fuscus).
Gaviota sombría (Larus fuscus).

Sus acrobáticos movimientos, sus persecuciones con intención de robarse alimento mutuamente y sus rasantes vuelos para beber agua nos tuvieron entretenidos durante horas.

Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)

Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)

Mientras observamos el trasiego que se traen las gaviotas recién salido el sol, varios grupos de anátidas se van acercando. La mayoría de ellas son ánades frisos, machos de popa negra y hembras jaspeadas en marrón y negro. Sin embargo, entre ellas se escondía una pequeña cerceta común, un precioso macho con el característico dibujo facial, las plumas del ala verde y la mancha de la popa amarilla.

Bando de machos de ánade friso (Anas strepera) alimentándose en la zona menos profunda
Bando de machos de ánade friso (Anas strepera) alimentándose en la zona menos profunda
Macho de cerceta común (Anas crecca) junto con los frisos.
Macho de cerceta común (Anas crecca) junto con los frisos.
Focha común (Fulica atra) no se trata de una anátida, sino de una rálida.  Son aves acuáticas sin dedos palmeados.
Focha común (Fulica atra) no se trata de una anátida, sino de una rálida.
Son aves acuáticas sin dedos palmeados.

Un cisne vulgar, una pareja de tarros canelos y un par de gansos del Nilo, de dudosa procedencia, son otras de las aves que con mucho descaro se acercaron hasta la orilla en la que estábamos disfrutando de la escena.

Cisne vulgar (Cygnus olor).
Cisne vulgar (Cygnus olor).

Tarro canelo (Tadorna ferruginea).
Tarro canelo (Tadorna ferruginea).
Una pareja de gansos del Nilo (Alopochen aegyptiacus)
Una pareja de gansos del Nilo (Alopochen aegyptiacus)

Continuamos varios minutos dibujando huellas en la orilla, topándonos con nuevos moradores de este gran charco mientras, la cada vez más cálida luz del sol, ilumina a un cormorán grande que ameriza torpemente, evidenciando su oscuro plumaje. Como ropa tendiéndose otro grupo más grande descansa en la otro extremo del embalse, esperando que el astro seque sus plumas azabache.

Cormorán grande (Phalacrocorax carbo) a punto de amerizar.
Cormorán grande (Phalacrocorax carbo) a punto de amerizar.
También de color negro, pasaban dos grajillas occidentales (Corvus monedula)
También de color negro, pasaban dos grajillas occidentales (Corvus monedula)

El embalse está completamente rodeado de grandes rocas graníticas que comienzan a mezclarse con encinas y robles a la vera del camino. Dicha senda discurre normalmente pegado a la orilla, sin embargo la falta de agua a cambiado la disposición del embalse.

Aguardando en su escondite la garza real espera paciente el instante en el que poder ausentarse para iniciar la sigilosa tarea de cazar en en embalse. Los somormujos lavancos, por el contrario, flotan aparentemente ajenos a la temperatura del agua y se zambullen en busca del desayuno.

Garza real (Ardea conerea) sobre las rocas apreciando el paisaje
Garza real (Ardea conerea) sobre las rocas apreciando el paisaje

Entre las rocas andaba este colirrojo tizón (Phenicurus ochruros)
Entre las rocas andaba este colirrojo tizón (Phenicurus ochruros)
Somormujo lavanco (Podiceps cristatus) flotando sobre el embalse de Valmayor
Somormujo lavanco (Podiceps cristatus) flotando sobre el embalse de Valmayor

Tras una mañana muy fructífera pudimos ver hasta 34 especies. La mayoría de estas especies son residente o invernantes, por lo que para conocer todas las aves que visitan el embalse habría que añadir las aves estivales que llegarán en marzo-abril. Volveremos para entonces y conoceremos la otra cara de este magnífico embalse.

Especies del Embalse de Valmayor

¡Hasta pronto!


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España es uno de los mejores destinos ornitológicos de Europa gracias a su gran diversidad de ecosistemas y hábitats, así como por tener un clima templado con temperaturas más o menos suaves a lo largo del año. Además España es la autopista de miles de aves que migran del viejo continente a África y viceversa, por lo que la diversidad de aves y los espectáculos migratorios son únicos. Además alberga especies tan importantes y en peligro de extinción como el águila imperial ibérica, el buitre negro o el sisón.

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