martes, 16 de junio de 2015

Búsqueda por las Marismas de Santoña

¿Sabes bien lo que es una marisma?
Yo antes no sabía que son sistemas litorales típicos de zonas parecidas al norte de España, es decir, caracterizadas por un clima templado frío. Además me he fijado en que se encuentran cubiertas de vegetación (adaptada al exceso de salinidad) y normalmente inundadas por las mareas, que cuando bajan dejan al descubierto el sustrato arenoso. Como ya sabrás a estas alturas la vegetación de este tipo supone un buen lugar para que muchas especies encuentren refugio o lugares de nidificación.

Se puede encontrar una buena representación de este ecosistema litoral en un pequeño pueblo de la comarca cántabra de Trasmiera, en Santoña. Y dirás, ¿de qué me suena? ¡¡De allí son las famosas Anchoas!!

En uno de mis cortos pero emocionantes viajes a ver aves por lugares singulares de nuestra geografía, decidí tomar este como mi destino. Hay muchas horas desde Madrid hasta Santander, pero aún así mereció la pena. Mi principal objetivo era conseguir ver la espátula común (Platalea leucorodia) una de las especies que depende de este humedal durante su paso e invernada, por ello elegí enero como momento para visitar este paraje.

Visión de las Marismas de Santoña.
La marea baja dejando al descubierto el sustrato arenoso.
Al llegar por la tarde a Santoña decidí darme una vuelta cerca del polígono industrial donde se encuentran las marismas de Bengoa donde hay un pequeño observatorio de aves desde el que pude observar algunas anátidas, ardeidas, representantes de la familia podicipedidae y lo más interesante de todo, un colimbo grande (Gavia immer). La importancia de su avistamiento se debe a la poca frecuencia y abundancia de la especie en nuestra latitud.

Colimbo grande (Gavia immer) en las Marismas de Santoña.
Especie frecuente solo en el Cantábrico durante el invierno.
Al día siguiente ya pude dedicarle suficiente tiempo y me dí un paseo desde el puerto de Santoña, visitar la Arenilla un islote que ofrece bunos posaderos para muchas aves, y pasar a ver el observatorio que hay junto a la carretera S-401 que permite ver en marea alta y marea baja distintos tipo de especies. Durante mi breve estancia en el observatorio, pasaron durante la marea baja varias especies, entre ellas: garceta común (Egretta garzetta), archibebe oscuro (Tringa erythropus) y zarapito real (Numenius arquata). La primera aprovecha cuando baja la marea para atrapar pequeños peces y crustáceos que se quedan atrapados en las charcas que deja el retroceso de la superficie del agua. Las otras dos especies, limícolas, se alimentan de invertebrados que se entierran en la arena y que con la bajada del nivel del mar, quedan más vulnerables. Atrapar a estas presas tan escurridizas demanda una forma y un tamaño de los picos muy especializada que le permitan alcanzar a los animales enterrados varios centímetros de profundidad.

Garceta común (Egretta garzetta) en las Marismas de Santoña.
Con marea baja, esta ardeida espera paciente a abalanzarse sobre su presa.
Archibebe oscuro (Tringa totanus) en las Marismas de Santoña.
Si pico largo y fino le permite acceder a pequeños invertebrados enterrados.
Zarapito real (Numenius arquata) en las Marismas de Santoña.
De mayor tamaño y con el pico curvo que utiliza para acceder a sus presas enterradas.
Mis caminatas en busca de la emblemática espátula común parecía que estaban siendo en vano, ni rastro de esta zancuda de tamaño medio. A pesar de ello estaba recorriendo un paraje singular y observando especies diferentes a las que se pueden encontrar en el interior peninsular. Sin embargo tras adentrarme en las marismas de Escalante para seguir de cerca un bando de ánsares comunes (Anser anser) pude observar una fugaz espátula común volando por encima de la superficie del agua. ¡¡Por fin!! Ya era hora de que apareciera. Sin embargo fue tan rápido que la experiencia se fue tornando en poco satisfactoria.

Mientras seguía mi búsqueda, esta vez en dirección al convento de Montehano, pude ver un pequeño zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis) sumergirse una y otra vez para capturar pececillos o crustáceos que abundan en estas aguas.

Zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis) en las Marismas de Santoña.
Tras varias horas ya "danzando" por la marisma y tras haber visto como bajaba y bajaba la marea, retomo mi camino de vuelta con la esperanza de ver, decentemente una espátula común en Santoña. y la verdad es que mientras estaba fotografiando más garcetas grandes y zarapitos reales, aparece junto a la carretera lo que en un principio pareció una broma, la espátula común (Platalea leucorodia) y no cualquiera sino ni más ni menos que un inmaduro con su pico todavía rosa.

Inmaduro de espátula común (Platalea leucorodia) en las Marismas de Santoña.
Su pico todavía rosa significa que se trata de un individuo inmaduro.
Estaba paseando por las corrientes que estaba creando la retirada del mar en busca de llevarse algo a la boca. Abría el pico, lo introducía en el agua unos centímetros y lo movía de izquierda a derecha mientras avanzaba, de esta manera al mínimo contacto, ¡¡zas!! Para dentro.

Inmaduro de espátula común (Platalea leucorodia) alimentándose en las Marismas de Santoña.
Finalmente y mucho más contento regresé al lugar en el que me alojaba mientras pensaba en la espátula y observaba cantidad de especies que no había visto por la mañana:

Garcilla común
Cerceta común
Ánade azulón
Focha común
Pato cuchara
Zampullín común
Martín pescador
Cormorán grande
Archibebe común
Andarríos chico
Chorlitejo grande
Barnacla carinegra
Gaviota reidora
Ostrero euroasiático

Aquí dejo algunas fotos de mi vuelta, con las especies antes nombradas:

Grupo de archibebes comunes (Tringa totanus) en las marismas de Santoña.
En invierno es típico encontrárselos en pequeños grupos como este.
Cormorán grande (Phalacrocorax carbo) en vuelo en las Marismas de Santoña.
Fácilmente reconocible por el contraste entre el negro de su plumaje y el amarillo de su pico.
Ostrero euroasiático (Haematopus ostralegus) en las Marismas de Santoña.
Escaso y localizado en el Cantábrico y bastante amenazado.
La verdad es que me quedo con un buen sabor de boca de este viaje a pesar de la lluvia que me calló durante varias horas y que me obligó a cobijarme durante un buen rato. Os invito a todas aquellas personas que podáis acercaros hasta este Parque Natural, ZEPA, LIC y humedal RAMSAR para disfrutar, sobre todo entre los mese de otoño y primavera, de las aves que pasan en la marisma el invierno.

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